FANNY: (Habla en español con un acento inglés.) Cora, tráeme papel, una pluma y un tintero. También, termina de desempolvar el librero. Esta casa está llena de polvo. Ten cuidado con el arpa.
CORA: Sí, señora Fanny.
(SONIDO: Papel y la pluma cuando son entregados y colocados en la mesa.)
FANNY: (Escribe y lee en voz alta.) ¡Todo parece pasar tan rápido desde el nombramiento de Calderón, primer ministro plenipotenciario de España en México, en virtud del Tratado de Paz y Amistad! Su misión (lee con solemnidad) tiene por objeto el poner término al enfriamiento de las relaciones entre España y México, dos países hermanos.
CORA: (Burlándose de la señora Fanny hacia el público. En voz baja, imita con exageración el acento extranjero.) Dos países hermanos… (Tose para disimular.)
(SONIDO: Cora tropieza con el arpa generando un sinfín de ruidos.)
FANNY: (Grita.) ¡Cora! (Luego, murmurando para sí misma.) La Condesa de la Barranca me “prestó” a Cora, ¿será que también estaba destruyendo su casa? (FANNY continúa escribiendo y leyendo en voz alta.) Salto al momento en el que (lee como si declamara) por fin llegamos a las alturas desde donde se contempla el inmenso valle, alabado en todas partes del mundo, cercado de montañas eternas, con sus volcanes coronados de nieve y los grandes lagos y las fértiles llanuras que rodean a la ciudad favorita de Moctezuma, orgullo y vanagloria de su conquistador, y antaño la más brillante de las joyas, entre muchas, de la Corona Española. (Con voz poética.) Nos invitaron a entrar a un espléndido carruaje tapizado en oro y rojo, con el águila y el nopal bordados en oro en el cielo del coche. En medio de una inmensa procesión de tropas que portaban antorchas, coches y jinetes, ¡hicimos nuestra entrada en la ciudad de Moctezuma! Más y más coches, llenos de señoras y caballeros, se nos unían. (Continúa con marcado rechazo.) También léperos, con harapientas frazadas y sus ojos salvajes brillando a la luz de las antorchas. (Vuelve al tono solemne.) Un oficial vino para dar, en nombre del gobierno, la bienvenida al portador del ramo de oliva de la antigua España. Las tropas lanzaron tres vivas entusiastas.
(SONIDO: Ruidos de jolgorio y disparos.)
SOLDADO UNO (OFF): ¡Viva España! ¡Viva Isabel Segunda! ¡Viva el ministro de España!
EMBAJADOR CALDERÓN (OFF): ¡Viva la República Mexicana! ¡Viva Bustamante!
SOLDADO DOS (OFF): (Con tono burlón.) ¡Viva todo el mundo!
CORA: (Voz titubeante.) ¡Vaya, vaya, señores, brinden a su amistad nueva y encomienden lo demás de nosotros a Dios!
Su nombre de soltera fue Frances Erskine Inglis y nació en Escocia, en 1804; aunque en 1830 se muda con su familia a la ciudad de Boston, en Estados Unidos. Ahí conocería al diplomático de origen español, Ángel Calderón de la Barca, con quien contraería nupcias en 1838.
Un año después, Calderón de la Barca fue nombrado por la reina Isabel II de España, como ministro plenipotenciario de España en México; y la pareja establece su residencia en nuestro país, donde permanece hasta 1842.
En su estadía, Madame Francis Calderón de la Barca, o Fanny, sostuvo abundante correspondencia con su familia en Boston y 54 de esas cartas fueron el material con el que publicó un libro titulado Life in Mexico during a residence of two years in that country, que salió a la venta en Boston y en Londres.
El libro adquirió popularidad porque en las epístolas, Madame Calderón de la Barca, además de narrar capítulos de su vida personal, describió vívidamente la cotidianidad en el país, sus costumbres y cultura; así como sitios que visitó no solo en la Ciudad de México, sino en otras regiones.
Esta radionovela, producida por Luzazula Estudio en la Ciudad de México, es una incisiva mirada al México de la época a través de los ojos extranjeros de Fanny, quien es acompañada por su criada Cora. El proyecto que fue concebido como una comedia, mitad ficción, mitad historia real.
Asimismo, los oyentes las seguiremos en una emocionante travesía por palenques, mesas de apuestas y salas de música donde mujeres del círculo exclusivo de Fanny se contarán chismes sobre las aventuras amorosas de la clase alta de la época y sobre la turbulencia de los tiempos.
Cabe señalar que los años que vivió Fanny en nuestro país fueron de inestabilidad política y económica; ya que recién se habían vivido tres guerras; también, de 1839 a 1842, cuatro personas se habían sentado en la silla presidencial; y la hacienda pública se encontraba en bancarrota, en parte por los gastos del ejército y las numerosas revueltas.